Con el tiempo aumenta el deseo de adoptar niños, pero cada vez hay menos niños y la opción de adoptarlos en el extranjero se está volviendo aún más difícil.
Expertos como Elizabeth Bartholet, profesora de la Universidad de Harvard, consideran que unas excesivas exigencias pueden castigar a muchos menores, que en la práctica se ven obligados a pasar más tiempo en orfanatos o se les cierra la posibilidad de ser adoptados.
Los candidatos a adoptar se enfrentan a condiciones más difíciles en el exterior y tal vez por ésto se redujeron en un 19% entre el 2010 y 2011.
Algunos de los países que ponen más condiciones son:
China y Rusia.´
Éste último tomó la decisión política de prohibir que niños rusos sean adoptados por estadounidenses, en retorsión de una medida americana que prohíbe entrar en el país a rusos acusados de violaciones de derechos humanos. Rusia ha advertido también que el reconocimiento de la adopción por parte de parejas homosexuales en el Reino Unido y en Francia restringiría la posibilidad de confiar niños rusos a los naturales de estos países.
China es el país número uno en adopciones internacionales.
Aún así, las cifras que iban desde 80.000 niños, han disminuído por las condiciones que impone dicho país.
Algunas de éstas son:
No ser mayor de 50 años.
No ser pareja homosexual(como se da en el caso de las adopciones en el Reino Unido)
No ser familia monoparental.
Algunos países están dando sentencias de adopción a aquellas parejas que son homosexuales y que lo ocultan al momento del trámite.
Inclusive países como Marruecos y Malí, están cerrando sus fronteras a la adopción por motivos religiosos.
En los países musulmanes, la adopción como tal no es algo que exista, más bien es tratado el tema de la tutela, que en árabe es llamada kafala.
En 2011, 254 familias españolas, lograron hijos marroquíes. A la llegada al Gobierno del Partido de la Justicia y del Desarrollo (islamista moderado) las kafalas se obstaculizaron. El mes pasado el ministro de Justicia, Mustafá Ramid, envió una circular a los fiscales instándoles a oponerse a la entrega de bebés a extranjeros “si estos no residen habitualmente en el territorio nacional”. Así se pretende "seguir y controlar" lo que suscede con el niño adoptado.
Las adopciones internacionales se han vuelto más difíciles también por factores de tipo económico, ya que las solicitudes para adoptar cayeron un 23% desde que comenzó la crisis.
-Tania Arely Pérez Muñoz.
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